SANTIAGO,
El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal Chilena (CECh), rechazó que se quiera equiparar la unión homosexual al matrimonio, cuando la primera no es la "unión entre un varón y una mujer y no tiene la estabilidad propia del matrimonio que, en la enseñanza bíblica posee dos notas características e inseparables: su aspecto unitivo (varón y mujer) y su vocación a la procreación".
"¿Para qué llamar con un nombre lo que no lo es?", preguntaron los obispos en una declaración difundida este lunes. "Las uniones de hecho no se pueden equiparar jurídicamente con la unión estable e indisoluble de un hombre y una mujer para formar familia y enfrentar juntos la vida, institución que merece el apoyo y la protección del Estado, pues origina la célula básica de la sociedad", expresaron.
"Si dos personas quieren convivir y compartir sus bienes, si quieren preocuparse de su herencia, podrían hacerlo sin leyes nuevas. Y, si se requiere una ley, creemos que hay que preocuparse de ese grupo humano, aunque minoritario, para que sean respetados y no discriminados por su condición y para que cuenten con los derechos básicos para una unión, pero no un matrimonio. Cosas de palabras, piensan algunos. Necesidad de entendernos, es lo que otros pensamos", añadieron.
En ese sentido, recordaron que "la Iglesia no condena a las personas homosexuales". "Lo que sí pensamos, es que todo proyecto de vida humana tiene que regirse por la voluntad de Dios, expresada en sus mandamientos, para llevar una vida recta, santa y acorde al proyecto divino para cada uno de nosotros. Para unos y otros, implica no pocos sacrificios llevar una vida pura, casta y transparente, en que podamos madurar en el ejercicio de nuestra afectividad".
En la declaración, donde también abordaron el intento del Gobierno de despenalizar el aborto, los obispos pidieron que la discusión sobre estas realidades no se haga "desde la ideología o desde un cierto populismo", sino contactándose "con las realidades existenciales que están en juego".
"La familia, fundada en el matrimonio, es la célula básica de la sociedad, como también lo reconoce nuestro ordenamiento constitucional y legal. Sabemos que es la realidad más valorada por los chilenos, la fuente de las mayores alegrías y el motivo de los mayores sacrificios en bien de sus integrantes, en especial de los hijos, teniendo los padres el derecho y deber de elegir la mejor educación para ellos, de acuerdo a sus convicciones y valores", afirmaron.