MADRID,
Álvaro Zulueta es desde el pasado 4 de julio director general de CitizenGo, una plataforma internacional que pretende movilizar a los ciudadanos de todos los países a favor de la vida, la familia, la dignidad de la persona y la libertad; algo que él define como "una versión internacional de Hazte Oír".
"HO nació en el año 2001 y conforme iba creciendo en España más y más personas nos pedían que hiciéramos algo parecido en sus países. De ahí nació en septiembre de 2013 CitizenGo que canaliza esas peticiones no a nivel nacional sino por idiomas", explica Zulueta a ACI Prensa.
El CEO asegura que "CitizenGo es un proyecto que siempre ha estado presente en la historia de HO pero que no se ha materializado hasta que hemos tenido muchísimas peticiones de fuera. En las listas de HazteOír teníamos 40.000 extranjeros que participaban de forma activa en las campañas que eran o bien españoles que residían en el extranjero o extranjeros que viven en España y que estaban interesados por asuntos locales". Actualmente cuentan con más de 1.300.000 socios entre los que no se cuentan los miembros de HO.
Trabajan en inglés, francés, italiano, alemán, portugués, polaco y en español específicamente para América Latina ya que para España ya está HazteOír. Sus próximos proyectos es abrir también esta plataforma en húngaro, croata, coreano, chino, filipino, árabe y ruso.
CitizenGo sigue el mismo esquema que HazteOír. Según precisa Álvaro Zulueta lo que les diferencia de otras páginas web de recogida de peticiones es que "editorialmente y por principios defendemos, sin ningún matiz, la vida, la dignidad de la persona, la familia y la libertad. Que son valores que otras plataformas olvidan o incluso en ocasiones atacan" y también que los servicios que prestan son totalmente gratuitos porque "entendemos que hacer el bien tiene que ser gratuito".
De esta manera ofrecen un soporte tecnológico a asociaciones y grupos más pequeños pero que tienen una petición que realizar sobre estos temas. "Colaboramos con nuestra tecnología para que lleven a cabo sus campañas de presión con todo lo que puedan necesitar, desde el tipo de letra, darle viralidad en internet hasta el mail de gracias que se envía a quien participa. Lo lógico es que no gasten su dinero en hacer esto, sino en ayudar a madres embarazadas o a quienes lo necesiten", afirma Zulueta.