MÉXICO D.F.,
Los obispos de Estados Unidos, México, El Salvador, Guatemala y Honduras, llamaron al Gobierno de Estados Unidos a declarar "crisis humanitaria" el drama de los miles de niños migrantes que –a pesar de los peligros-, siguen dejando sus lugares de origen para intentar ingresar de manera ilegal a este país en busca de un futuro mejor o de sus familias.
Así lo expresaron los obispos en un mensaje en el que apoyaron "la solicitud que Monseñor Mark Seitz, Obispo de El Paso, Texas ha formulado al Comité de Migración de la Cámara de Representantes de Estados Unidos de emitir declaratoria de crisis humanitaria para dar una respuesta integral" a este problema.
Declarar "crisis humanitaria", indicaron, permitirá crear "políticas públicas que den servicios básicos y protección al migrante, examinado las raíces del éxodo migratorio, asignando recursos federales para invertir en los países expulsores a fin de evitar la necesidad de migrar, y promoviendo programas de reunificación familiar para los migrantes".
Las autoridades estadounidenses calculan que desde octubre han cruzado ilegalmente la frontera unos 52.000 menores sin acompañantes adultos. "Estos niños salieron de sus países empujados por la miseria, la violencia o el deseo de reunirse con sus padres o algunos de sus familiares que ya han migrado, y ahora, luego de enfrentar toda clase de privaciones y peligros, viven una terrible crisis humanitaria", alertaron los obispos.
"?Esta dramática situación nos afecta a todos y ha de comprometernos a ?'globalizar la solidaridad', reconociendo, respetando, promoviendo y defendiendo la vida, dignidad y derechos de toda persona, independientemente de su condición migratoria", señalaron.
Por ello indicaron que ven "con esperanza la Declaración Extraordinaria de Managua", donde Belice, Canadá, Costa Rica, El Salvador, Estado Unidos, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y República Dominicana, reconocieron su "corresponsabilidad regional y se han comprometido a implementar medidas integrales y articuladas para garantizar el interés superior del niño y adolescente, así como la unidad familiar".