ROMA,
El Patriarca Latino (católico) de Jerusalén, Mons. Fouad Twal, expresó su consternación ante la noticia del asesinato de un joven palestino de 16 años, Mohammed Abu Khdeir, del campo de refugiados de Shuffat, cuyo cuerpo quemado y con signos de violencia fue encontrado esta mañana por la policía israelí en una zona boscosa de Jerusalén, después de que la familia denunciase su secuestro.
"No es digno de los líderes políticos y religiosos apoyar, alimentar y fomentar la venganza. La venganza llama a la venganza, la sangre llama a la sangre. Y los chicos inocentes asesinados, todos los chicos asesinados, son como víctimas sacrificadas en altares diabólicos de odio. Oramos los sus padres y familias de todos estos jóvenes sacrificados, secuestrados y asesinados", dijo el Arzobispo.
Este asesinato, señala la agencia vaticana Fides, hace pensar en una venganza después del secuestro y homicidio de tres chicos judíos israelíes que desaparecieron el 12 de junio en Cisjordania y que fueron encontrados asesinados el 30 de junio, cerca de Hebrón.
"La visita del Papa Francisco en Tierra Santa y luego el encuentro de oración en el Vaticano", dice el Patriarca, "había alimentado tantas esperanzas felices por la paz. Ahora, con el sacrificio de jóvenes inocentes, el ciclo de violencia en el que vivimos quiere reforzar su dominio con mayor ferocidad".
"Casi parece como una reacción para evitar que nazcan las esperanzas que se habían despertado. Por ello debemos seguir orando, para pedir el milagro de la paz. Reconociendo que el odio y el resentimiento hacen daño a todos. Mientras que la paz y el perdón son buenas para todos".
Fides señala que en la tarde del martes 1 de julio cientos de colonos extremistas israelíes han cruzado el centro de Jerusalén y se han lanzado en una caza contra el árabe que ha durado varias horas, expresando así su ira después de la muerte de los tres jóvenes hebreos.