SANTIAGO,
Dicen que las madres son las mejores maestras. Sin embargo, la chilena Hilda Gonzáles tiene como educadora a su propia hija Vanessa, una de las tantas jóvenes chilenas que labora como maestra de CreceChile, una institución de inspiración católica que ayuda a casi tres mil adultos a culminar sus estudios escolares.
CreceChile comenzó en el año 2005, cuando un grupo de amigos decidieron colaborar en los programas educativos de una parroquia de Maipú. Poco a poco se dieron cuenta del gran problema de la nivelación de estudios a nivel nacional y la importancia de trabajar con las familias de los alumnos.
Hoy CreceChile es una organización "con profesionales trabajando a tiempo completo, dedicada a entregar proyectos educativos que integren al núcleo familiar del beneficiario. Esto se traduce en nivelación de estudios para adultos, y desde este año, a través del primer Jardín Infantil en el Cerro 18 de Lo Barnechea, fundando el área de Educación Inicial", señala el director ejecutivo de CreceChile, Exequiel Rauld.
Hasta la fecha unas 2900 personas han sido beneficiadas gracias a esta organización, cuyos valores cristianos resaltan el compromiso, confianza, entereza, alegría, excelencia, innovación y humildad que se requieren para realizar este servicio, lo que hace de esta corporación una de las más importantes en el país.
Según Rauld, el estudiante de CreceChile es una "persona con un espíritu de superación único, con mucha fuerza de voluntad, y realmente admirable". Muchos llegan a la institución porque "tuvieron que dejar su escolaridad cuando jóvenes por razones de fuerza mayor, necesidad de trabajar y apoyar a sus familias. Pero no se olvidan de que tiene un sentido más allá que el académico, tiene un sentido profundo de autoestima y sentirse que pueden y tienen las capacidades. Hay que sacarse el sombrero frente a ellos".
Entre sus desafíos, CreceChile quiere llegar a más regiones del país así como trabajar en la difusión sobre la importancia de la nivelación de estudios. "Hay más de 5.2 millones de chilenos que no han terminado el colegio, casi la mitad de todos los adultos del país. Lo que se traduce en cientos de familias que pueden verse beneficiadas, no sólo de mejores y mayores oportunidades laborales, sino de tomarle el peso de lo que significa la educación", comenta Rauld.