SAN JOSÉ,
"Para mí Dios es lo primero y luego mi familia. Es mi forma de vivir, mi forma de ver las cosas. Me permiten vivir feliz", afirma Keylor Navas, el arquero que antes de empezar cada partido se arrodilla para rezar al Padre y cuya atajada en la tanda de los penales permitió a Costa Rica vencer a Grecia y estar entre los ocho mejores equipos del Mundial FIFA Brasil 2014.
"Hablo con Dios y le pido que me ayude. Le digo que todo lo que voy a hacer en el partido es para su gloria. Le pido que me ponga un ángel a cada lado, en cada poste, y que esté detrás mío para que todo salga bien. Me aporta confianza, tranquilidad. Si he llegado hasta la cancha es porque Él lo quiso y lo disfruto al máximo", expresó este padre de familia que en diciembre cumplirá 27 años.
Navas, que pertenece a una denominación evangélica, señaló al Levante-emv que su pasaje favorito de la Biblia es Gálatas 1-10 "¿Acaso yo busco la aprobación de los hombres, sino la aprobación de Dios? Si buscara la aprobación de los hombres, ya no sería un hijo de Dios".
En ese sentido, el arquero, conocido por arrodillarse y rezar con los brazos levantados antes de cada encuentro, advirtió que "muchas veces la gente se puede burlar de uno por creer en Dios. En muchos estadios cuando me hinco a rezar la gente me insulta. Si me importara lo que la gente pensara de mí, dejaría de recordar ese pasaje".
"Tengo mi fe firme en mi forma de vivir, creo que no le hago ningún daño a nadie. Respeto la forma de vivir de todas las personas. Lo que Dios diga para mí es lo más importante y ese pasaje cambió mi vida, antes de conocerle y tener mi relación con Él. Uno puede preocuparse sobre qué piensa la gente si hago un cambio en mi vida o tomo otra manera de ver las cosas. Y en cambio ese pasaje a mí me dio fe", añadió.
El portero, que participa en obras de caridad, reiteró en la entrevista que "Dios para mí lo es todo. Me ha dado salud y un gran trabajo que debo aprovechar".