MADRID,
El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, envió su carta pastoral semanal en la afirmó que "los seminaristas son un regalo de Dios" y donde señaló que con el fin del curso pastoral y académico, se ha cumplido "una etapa de nuestra vida, que nos lleva a ser agradecidos con Dios y con quienes nos rodean".
Además ha recordado la fiesta de San Pelagio, que se celebra el 26 de junio, "un adolescente de catorce años, que prefirió morir antes que dejarse manipular por los halagos de la lujuria". Mons. Fernández afirma que se trata de un "ejemplo siempre actual para los jóvenes de nuestro tiempo".
Fue martirizado donde hoy se levanta el Seminario diocesano y es patrono de todos los jóvenes, especialmente de los que caminan hacia el sacerdocio bajo su patrocinio en la Diócesis de Córdoba.
En estos día tres alumnos del seminario se ordenarán dos como presbíteros y uno como diácono, además de un cuarto que se ordenó en la fiesta de San José. "Son para la diócesis un regalo especial de Dios, y los acogemos con actitud de fe, que llena nuestro corazón de esperanza".
"Estoy seguro que su paso firme suscitará la respuesta generosa de otros jóvenes a la llamada de Dios para el sacerdocio ministerial", ha dicho el Obispo de Córdoba y ha pedido oraciones "por los que son ordenados y por los que son llamados a seguir a Jesús por este camino" ya que según ha recordado Mons. Fernández "la Iglesia necesita sacerdotes, y no hemos de cansarnos de pedirlos al Dueño de la mies".
El Obispo también ha recordado que el próximo 29 de junio se celebra la fiesta de San Pedro y San Pablo que según ha dicho "nos habla del ministerio ordenado, sin el que no existe la Iglesia fundada por Cristo". Y ha precisado que "nuestra pertenencia a la Iglesia se debe a una iniciativa de amor gratuito del Señor, que nos llama a pertenecer a su familia, a la Iglesia que Cristo ha fundado, y en la que ingresamos por el santo bautismo".