MADRID,
El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, presidió el domingo la Misa por la celebración del Corpus Christi y conmemoración del 775° aniversario de la catedral de Córdoba, donde recordó que no es el odio el que cambia la historia, sino el amor.
El Prelado ha recordado que la fiesta del Corpus es un eco del jueves santo, "cuando Jesús, en el marco de la cena pascual judía, instituyó el sacramento de la Eucaristía". Por eso durante la homilía ha precisado que "Dios está aquí. Su presencia suscita en nosotros la adoración. Una adoración que nos libera de la idolatría y nos hace libres".
"Cuando el hombre no es capaz de adorar a Dios, es porque adora otros ídolos que le esclavizan, como pueden ser el dinero, el placer, el poder, etc.," y precisamente la fiesta del Corpus es "reconocimiento de una presencia, que nos acompaña en el camino de la vida" y ha recordado que esta celebración es también la fiesta del amor cristiano.
"Todavía hoy, hay quienes tienen miedo a la caridad cristiana, como si la caridad fuera una rémora para la justicia", afirmó en la homilía y ha recordado unas palabras del filósofo Karl Marx en las que decía que "la caridad impide que los oprimidos se rebelen". Sin embargo el Obispo de Córdoba ha explicado que "la historia ha demostrado que esa ideología, el materialismo dialéctico, ha conducido a un fracaso estrepitoso. Los países que han llevado a la práctica dicha ideología han experimentado un retraso notable en el progreso, que otros países y regiones han alcanzado, libres de dicha ideología".
Mientras que ha subrayado que "la caridad cristiana, por el contrario, está al lado del que sufre, sea por la razón que sea. No le pregunta al pobre por su ideología ni busca su voto, sino que sencillamente se acerca a cada persona e intenta sanar las heridas que la injusticia propia o ajena le han producido".
Y ha recordado que "todas estas personas, pobres que sufren, son atendidas por Caritas sin más condiciones que su propia pobreza" y precisó que el año pasado han sido casi 200.000 las personas atendidas por Cáritas diocesana y por las Cáritas parroquiales de Córdoba.