VATICANO,
"La droga es un mal y ante el mal no se puede ceder ni tener compromisos", expresó este viernes el Papa Francisco a los participantes de la 31° Conferencia Internacional contra el Narcotráfico reunida en Roma (Italia), del 17 al 19 de junio, donde reiteró su llamado a decir "no a cualquier tipo de droga", y aseguró a los drogadictos que la Iglesia no los abandona.
El Papa hizo esto llamado en medio del debate internacional en el que algunos gobiernos y legisladores afirman que legalizar las drogas permitirá combatir al narcotráfico. Uruguay legalizó el cultivo y consumo de marihuana en diciembre de 2013.
''Quisiera decirlo claramente: la droga no se vence con la droga. La droga es un mal, y con el mal no se puede ceder ni tener compromisos. Pensar que se puede reducir el daño permitiendo el uso de sustancias psicotrópicas a las personas que siguen usando drogas, no resuelve el problema", expresó.
Francisco añadió que "la legalización, incluso parcial, de las llamadas 'drogas blandas', además de ser discutible en términos legislativos, no produce los efectos esperados. Las drogas sustitutivas, por otra parte, no constituyen una terapia suficiente, sino una forma velada de entrega al fenómeno".
"Quiero reiterar lo que dije en otra ocasión: No a cualquier tipo de droga. Simplemente. No a cualquier tipo de droga. Pero para decir este 'no', hay que decir sí a la vida, sí al amor, sí a los demás, sí a la educación, sí al deporte, sí al trabajo, sí a más oportunidades de trabajo", afirmó.
En su discurso, Francisco dijo que es trágico que las acciones del tráfico de drogas sean probablemente las que más rinden en el mercado. El "azote de la droga sigue haciendo estragos con formas y extensión impresionantes, alimentado por un mercado turbio que traspasa las fronteras nacionales y continentales. Así, crece cada vez más el peligro para los jóvenes y adolescentes. Frente a este fenómeno siento la necesidad de expresar mi dolor y mi preocupación", señaló.