La belleza de la Eucaristía despertó la vocación del Padre Kenneth Walker, el joven sacerdote de 29 años de edad asesinado haces unos días en Phoenix. Sus funerales sirvieron para recordar su amor por este sacramento y cómo le habría bastado celebrar una sola Misa para responder a su vocación.
El P. Walker fue asesinado el 11 de junio en un intento de robo en la rectoría de la Misión Mater Misericordiae en Phoenix (Estados Unidos). Recibió el último adiós por parte de una gran cantidad de fieles en la iglesia St. Catherine. En el ataque, el sacerdote Joseph Terra resultó herido.
El Padre Eric Flood, miembro de la Fraternidad San Pedro a la que pertenecía el P. Walker, tuvo a su cargo la homilía y dijo que "si al Padre Walker le hubiesen preguntando cuando era seminarista '¿Si supieras que ya ordenado sacerdote serás asesinado siendo joven, aún seguirías el camino del sacerdocio? Su respuesta, por supuesto, habría sido 'Sí, incluso para celebrar Misa una sola vez'".
El sacerdote explicó que el P. Walker descubrió su vocación atraído por la belleza de la Misa y señaló que "no hay momento más cercano con otra persona que en la Eucaristía con nuestro Señor. Es un lazo más grande que cualquier otro lazo terrenal".
Tras recordar que Dios llamó al sacerdocio al P. Walker desde toda la eternidad, el P. Flood dijo que el joven presbítero "fue muy honesto, cortés, amable y sé que no habría querido que hable mucho de él en el púlpito. Me diría, 'habla sobre por qué soy sacerdote'".
En sus dos años de ministerio, los fieles se hicieron cercanos al P. Walker. En declaraciones a CNA –agencia en inglés del grupo ACI– Brian G. comentó que "él fue más que un sacerdote, era un amigo. Así es como todo el mundo lo sentía".