SANTIAGO,
Organizaciones civiles de distintos sectores de la sociedad se reunieron este martes 17 de junio en el Palacio La Moneda para entregar una carta a la Presidenta Michelle Bachelet en la que le piden no cambiar la postura de Chile en contra del aborto ante la ONU.
La iniciativa surge luego de que el actual gobierno decidiera apoyar las recomendaciones realizadas por República Checa; Bélgica; Alemania; Francia, Filipinas; Suecia; Suiza y Eslovenia ante la ONU, para que Chile legalice el aborto en caso de violación, inviabilidad fetal y riesgo de vida de la madre, considerando esto como parte de los Derechos Humanos.
Chile dará a conocer esta nueva postura el próximo 19 de junio en Ginebra ante los países de la ONU. Para los firmantes, esto "constituye una acción antijurídica que atenta contra nuestra Constitución Política de la República, contradice nuestra legislación nacional, y desconoce el contenido de los tratados internacionales que han sido ratificados por Chile y que se encuentran plenamente vigentes".
En febrero de este año el gobierno de Sebastián Piñera preparó el documento que se presentaría el próximo 19 de junio con la postura de Chile frente a los temas de Derechos Humanos. Ahí se reiteró el rechazo al aborto bajo cualquier circunstancia. Sin embargo, la actual administración modificó el documento para favorecer el aborto.
"Su decisión de continuar adelante con esta nueva postura, que rompe con la histórica posición del Estado de Chile en la materia -incluida la de su gobierno el año 2009- implica un incumplimiento grave de sus deberes solemnes como Presidente de la República de Chile pues subyuga nuestra propia Constitución a la opinión y afanes una minoría de Estados que han hecho la infame recomendación de abandonar nuestra defensa del más débil de todos: el que no ha nacido", agregan en la carta.
Los adherentes explican que esto "sería una contradicción de nuestra tradición política y republicana en cuanto relaciones internacionales, abandonando la práctica de adoptar políticas de Estado, y no de gobierno" y que "esto es especialmente grave ya que pretende sustraer la cuestión del aborto del debate interno de nuestro país, y forzar la mano de los fuerzas democráticas aduciendo a una supuesta presión internacional, ignorando así la voz soberana de los chilenos y chilenas representadas en el Congreso Nacional".