VATICANO,
El Papa Francisco presidió hoy el rezo del Regina Caeli, y señaló que la Iglesia de Pentecostés, fiesta que se celebra hoy, no es un elemento decorativo, sino que sorprende y suscita estupor.
Francisco indicó que "la fiesta de Pentecostés conmemora la efusión del Espíritu Santo sobre los Apóstoles reunidos en el Cenáculo. Como la Pascua, es un evento acaecido durante la preexistente fiesta hebraica, y que lleva a un cumplimiento sorprendente".
"El libro de los Hechos de los Apóstoles describe los signos y los frutos de aquella extraordinaria efusión: el viento fuerte y las llamas de fuego; el miedo desaparece y deja lugar al coraje; las lenguas se desatan y todos comprenden el anuncio. Donde llega el Espíritu de Dios, todo renace y se transfigura".
El Santo Padre señaló que "el evento de Pentecostés marca el nacimiento de la Iglesia y su manifestación pública; y nos llaman la atención dos características: es una Iglesia que sorprende y turba".
"Un elemento fundamental de Pentecostés es la sorpresa –continuó el Papa–. Nuestro Dios es el Dios de las sorpresas, lo sabemos".
"Nadie se esperaba algo más de los discípulos: después de la muerte de Jesús eran un grupito insignificante, unos vencidos huérfanos de su Maestro. En cambio, se verifica un evento inesperado que suscita maravilla: la gente permanece turbada porque cada uno oía a los discípulos hablar en su propia lengua, relatando las grandes obras de Dios".