ROMA,
Con motivo del 70 aniversario del desembarco de Normandía (Francia), ocurrido el 6 de junio de 1944, el Papa Francisco ha querido rendir homenaje a quienes murieron en la búsqueda de la paz y por el fin de la Segunda Guerra Mundial.
"El Papa Francisco rinde homenaje a los muchos soldados que partieron desde sus propias tierras para desembarcar en las playas de Normandía, con el objetivo de luchar contra la barbarie nazi y liberando así la ocupación de Francia", escribe el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, en un mensaje enviado el 30 de mayo al Nuncio Apostólico en ese país, Mons. Luigi Ventura.
El Santo Padre se dirigió al Arzobispo de París, Cardenal André Vingt-Trois, y al Obispo de Bayeuz-Lisieux, Mons. Jean Claude Boulanger, explicando que "esta conmemoración nos recuerda que la exclusión de Dios de la vida y de las sociedades, solo puede aportar muerte y sufrimiento. Las naciones europeas pueden encontrar en el Evangelio de Cristo, Príncipe de la Paz, la raíz de su historia y la fuente de inspiración para unir relaciones cada vez más fraternales y solidarias".
El Papa "tampoco olvida a los soldados alemanes arrastrados a este drama, y a las víctimas de esta guerra", y considera que "es oportuno que las generaciones del presente expresen su pleno reconocimiento a todos aquellos que realizaron un sacrificio tan duro".
La nota, difundida por diversos medios franceses el pasado jueves, afirma que "es posible un futuro mejor con la transmisión de la memoria histórica y mediante la educación de las nuevas generaciones al respeto por todos los hombres creados a la imagen y semejanza de Dios".
La campana de la paz y la libertad