BUENOS AIRES,
Immaculée Ilibagiza, sobreviviente del genocidio de Ruanda y autora del libro "Sobrevivir para contarlo", conmovió a un amplio auditorio cuando contó cómo salvó su vida y propuso su testimonio de oración y perdón a quienes mataron su familia.
En Rosario (Argentina), la mujer que nació en 1972 en una familia de cuatro hijos, recordó que estudiaba Ingeniería Electrónica y Mecánica en la Universidad Nacional de Ruanda, cuando se produjo el genocidio en el cual más de un millón de personas fueron asesinadas en tres meses en 1994.
Cuando los líderes de la tribu Huto se propusieron exterminar a la raza Tutsi, sobrevivió durante 91 días con otras siete mujeres, escondida en un baño minúsculo. Era creyente, pero en esas circunstancias descubrió con fuerza la presencia y protección de Dios, y aprendió a perdonar.
Su experiencia la volcó en un primer libro, Sobrevivir para contarlo, que ya lleva vendidos un millón y medio de ejemplares, y que en la Argentina ha publicado la editorial Logos, de Rosario.
En su conferencia, tuvo siempre en su mano un rosario y recomendó el rezo de esa oración. Estando encerrada, una vez llegó a rezar 27 rosarios en un día. Y manifestó que consideraba "lo afortunados que son "los habitantes de Rosario, por el nombre de su ciudad, en honor a la Virgen María".
También se refirió a que el Papa Francisco es argentino y dijo que cuando fue a su país, Ruanda, vio que allí dicen "nuestro Papa", por lo cual también consideró que los argentinos debían estar especialmente contentos porque un connacional suyo "es ahora el Papa de toda la humanidad".