SYDNEY,
Los padres de las pequeñas Hope y Faith (Esperanza y Fe, en inglés), aseguraron que la vida de sus hijas siamesas, que tenían dos cabezas pero un mismo cuerpo, fue una bendición, a pesar de su brevedad, pues fallecieron a los 19 días.
En declaraciones a la prensa local, Renee Young y Simon Howie, padres de las bebés, aseguraron que "hemos sido bendecidos por haber llegado tan lejos".
"Simplemente las encuentro adorables", dijo Renee.
Las niñas sobrevivieron a un difícil parto, el 8 de mayo, y fueron bautizadas ese mismo día.
Su condición, de la que según los expertos no se han presentado más de 40 casos en la historia, se llama disrosopía o policefalia.
"A pesar de que solo tienen un cuerpo, las llamamos nuestras gemelas. Para nosotros, ellas son nuestras chicas y las amamos", dijeron los padres de las pequeñas, que tienen otros siete hijos, y estaban felices de traer al mundo dos bellas niñas más.