JERUSALÉN,
A los pocos minutos que el Papa Francisco culminara la Misa en el Cenáculo –como parte de su visita a Tierra Santa-, un desconocido intentó incendiar la Abadía de la Dormición, lugar donde la tradición afirma que la Virgen María se habría dormido antes de ser asunta al Cielo.
La agencia EFE informó que según testigos, pocos después que el Papa abandonara el lugar y los franciscanos retiraban las cruces del recinto, un desconocido prendió fuego a un libro y lo introdujo entre los bancos y una pira de pequeñas cruces de madera, desatando un incendio que pudo ser rápidamente controlado.
"Llamamos inmediatamente a la Policía, y afortunadamente todavía estaba el dispositivo de seguridad por la visita del Papa. Los bomberos vinieron y pudieron controlar las llamas", explicó a esta agencia uno de los monjes benedictinos que gestionan la abadía.
La Policía de Israel investiga este hecho. Otros testigos dijeron a EFE que después de la Misa celebrada por Francisco, un grupo de jóvenes judíos ultraortodoxos en compañía de un rabino se habían enfrentado verbalmente a los frailes franciscanos, a los que acusaron de pervertir con sus cruces la santidad judía del edificio donde está el Cenáculo.
Desde el siglo XII los judíos afirman que en los cimientos de este edificio está la tumba del rey David. Por este motivo las autoridades no permiten que se celebren Misas en el Cenáculo, con excepción de Jueves Santo y Pentecostés. Sin embargo, extendieron un permiso especial con ocasión de la visita del Papa Francisco.
Situado en el Monte Sión, el Cenáculo estuvo durante 200 años en manos de la Custodia franciscana de Tierra Santa, pero Suleimán el Magnífico lo expropió en el siglo XVI y con la creación del Estado de Israel en 1948 pasó a estar bajo administración israelí.