ROMA,
En el vuelo de regreso a Roma procedente de Israel, el Papa Francisco condenó una vez más el abuso sexual de menores protagonizado por sacerdotes, comparó este delito con una "misa negra", aclaró que no hay privilegios para los obispos que incurran en estos hechos y anunció que en unos días se reunirá con un grupo de víctimas en el Vaticano.
Al ser preguntado por un periodista sobre lo que hará si encuentra un obispo que no cumple con las normas de las iglesias locales en esta delicada materia, el Papa Francisco aclaró que "no existen privilegios" para los pastores que incurran en estos casos.
"En la Argentina a los privilegiados les decimos 'este es un hijo de papá' y en este problema no habrá 'hijos de papá'. En este momento hay tres obispos que están bajo investigación: uno ya está condenado y se está estudiando la pena que hay que hacer. No existen privilegios", explicó.
Explicó que "este tema de los menores es un delito tan feo" y "sabemos que es un problema grave en muchos lados, pero a mí me interesa la Iglesia. ¿Qué nos aporta quién hace esto? Traiciona el cuerpo del Señor porque estos sacerdotes que debe llevar este niño, esta niña, este muchacho, esta muchacha a la santidad, y este niño, esta niña, confían. Y estos sacerdotes en cambio de llevarlos a la santidad, abusan. Y esto es gravísimo".
"Les haré una comparación: es como una misa negra, por ejemplo: tú tienes que llevarlo a la santidad y lo llevas a un problema que va a durar toda la vida", enfatizó.
El Papa anunció que los primeros días de junio habrá "una Misa con 6 u ocho personas abusadas en Santa Marta y después, una reunión con ellos. Son personas que son de Alemania, dos de Inglaterra o Irlanda... Serán unos ocho, con el Cardenal (Francis) O'Malley, de la comisión. Pero sobre esto tenemos que seguir adelante, adelante. ¡Tolerancia cero!"