JERUSALÉN,
Mons. Fouad Twal es el Patriarca Latino de Jerusalén y como tal dirige la Iglesia Católica en Israel, Territorios Palestinos y Jordania y es Arzobispo de Jerusalén, razón por la cual ha sido uno de los principales acompañantes del Papa Francisco en su visita histórica a Tierra Santa.
Ante un viaje como este Mons. Twal ha recordado que uno de los momentos más importantes ha sido "el encuentro en el Santo Sepulcro entre el Papa Francisco con el Patriarca Ortodoxo de Constantinopla Bartolomé".
Según precisa el Arzobispo de Jerusalén, "la visita es pastoral, ciertamente, es un viaje espiritual como lo afirmó varias veces el Papa, para rezar y dialogar con los otros pero no falta la dimensión política. Su palabra y gestos iluminarán tanto a personas comunes como a los dirigentes políticos", ha afirmado.
Y es que según explica Mons. Twal "la situación en Medio Oriente es muy compleja, muy complicada. El número de los refugiados en Jordania sigue en aumento con lo que significa de injusticia para dichas personas y, desestabilización para un Reino pequeño como Jordania. De allí que la paz en Siria ayudará a restablecer el frágil equilibrio regional, sanando a su vez las heridas de la guerra en el pueblo sirio y haciéndole recobrar la serenidad de vida al pueblo jordano".
Porque los temas que afronta Oriente Medio son muchos y muy variados, entre ellos Su Beatitud destaca como "tema preocupante" el despertar del fanatismo en algunos ambientes musulmanes y judíos y afirma que "el fanatismo no es nunca el camino válido para ninguna causa. Menos que menos cuando el fanatismo pretende usar el Nombre de Dios. Esperamos muchos de los mensajes de Papa Francisco para más justicia y paz".
Según asegura el anfitrión del Papa en Tierra Santa esta visita "es muy corta y ello hace que muchos cristianos y también muchas otras personas no puedan llegar a verlo. Por ejemplo, en Jerusalén, en donde la ciudad estará literalmente blindada, sólo un puñado de personas de la parroquia pudieron ver al Papa desplazándose a Belén", por eso se une al deseo de que "el Santo Padre pueda volver a Tierra Santa para que más gente tenga la posibilidad de verlo. Sabemos que sería algo totalmente fuera de lo común, pero sería una cosa óptima".