JERUSALÉN,
En el discurso que dirigió al presidente de Israel, Shimon Peres, el Papa Francisco reiteró su llamado al respeto a la libertad religiosa de los cristianos y de cualquier minoría que habita Tierra Santa, pues el ejercicio de este derecho es fundamental para la vitalidad de los estados democráticos.
El Santo Padre recordó que en Israel viven y actúan diversas comunidades cristianas, las cuales, como parte integrante de la sociedad "desean ofrecer, desde su propia identidad, su aportación al bien común y a la construcción de la paz, como ciudadanos de pleno derecho que, rechazando todo extremismo, se esfuerzan por ser artífices de reconciliación y de concordia".
"Su presencia y el respeto de sus derechos –como del resto de los derechos de cualquier otra denominación religiosa o minoría- son garantía de un sano pluralismo y prueba de la vitalidad de los valores democráticos, de su arraigo en la praxis y en la vida concreta del Estado", afirmó.
Francisco aseguró a Peres su oración "por las Instituciones y por todos los ciudadanos de Israel".
"Cuente especialmente con mi constante súplica a Dios por la consecución de la paz y con ella de los bienes inestimables que la acompañan, como la seguridad, la tranquilidad de vida, la prosperidad, la fraternidad", manifestó el Papa, que dedicó sus palabras finales a las víctimas de la violencia "para que lo antes posible sean aliviadas sus penalidades mediante la honrosa resolución de los conflictos. Paz a Israel y a todo Oriente Medio".
El sábado, durante su visita a Jordania, Francisco recordó el documento Ecclesia in Medio Oriente, y señaló que "este derecho 'abarca tanto la libertad individual como colectiva de seguir la propia conciencia en materia religiosa como la libertad de culto… la libertad de elegir la religión que se estima verdadera y de manifestar públicamente la propia creencia'".