JERUSALÉN,
El Papa Francisco dirigió este lunes un discurso al Gran Mufti de Jerusalén, el máximo líder religioso musulmán, en el que llamó a trabajar juntos por la paz y la justicia, y exhortó a que nadie instrumentalice el nombre de Dios para la violencia. A continuación el texto completo:
Excelencia,
Queridos amigos Musulmanes:
Me complace poder encontrarme con ustedes en este lugar sagrado. Les agradezco de corazón la cortés invitación que me han dirigido y, en particular, le doy las gracia a Usted, Excelencia, y al Presidente del Consejo Supremo Musulmán.
Siguiendo las huellas de mis Predecesores y, sobre todo, la luminosa estela dejada por el viaje de Pablo VI, hace ya cincuenta años –el primer viaje de un Papa a Tierra Santa–, he tenido mucho interés en venir como peregrino a visitar los lugares que han visto la presencia terrena de Jesucristo. Pero mi peregrinación no sería completa si no incluyese también el encuentro con las personas y comunidades que viven en esta Tierra, y por eso, me alegro de poder estar con Ustedes, Amigos Musulmanes.
En este momento me viene a la mente la figura de Abraham, que vivió como peregrino en estas tierras. Musulmanes, cristianos y judíos reconocen a Abraham, si bien cada uno de manera diferente, como padre en la fe y un gran ejemplo a imitar. Él se hizo peregrino, dejando a su gente, su casa, para emprender la aventura espiritual a la que Dios lo llamaba.