BELÉN,
Durante el rezo del Regina Coeli, el Papa Francisco expresó su aliento para que sea realidad el Centro Internacional para la Familia en Nazaret, lugar originario de la Sagrada Familia y que busca –según el Pontificio Consejo para la Familia-, ser hogar espiritual para que padres e hijos aprendan el arte de dar la vida por amor.
"Contemplando a la Sagrada Familia aquí, en Belén, mi pensamiento se dirige espontáneamente a Nazaret, adonde espero ir, si Dios quiere, en otra ocasión. Abrazo desde aquí a los fieles cristianos que viven en Galilea y aliento la realización del Centro Internacional para la Familia en Nazaret", manifestó el Papa al final de la Misa celebrada en la Plaza del Pesebre de Belén (Palestina).
Ante los miles de fieles, peregrinos, autoridades locales y religiosas, Francisco recordó que en Belén, María "dio a luz a su hijo Jesús. La Virgen es la persona que más ha contemplado a Dios en el rostro humano de Jesús. Ayudada por José, lo envolvió en pañales y lo recostó en el pesebre".
"A Ella encomendamos esta tierra y todos los que la habitan, para que vivan con justicia, con paz y fraternidad. Encomendamos también los peregrinos que aquí llegan para beber de las fuentes de la fe cristiana, algunos de los cuales están presentes también en esta Santa Misa", señaló.
En ese sentido, el Papa pidió a la Madre de Dios velar "por las familias, los jóvenes, los ancianos". "Vela por todos los que han perdido la fe y la esperanza; consuela a los enfermos, los encarcelados y todos los que sufren; sostén a los Pastores y a toda la Comunidad de los creyentes, para que sean 'sal y luz' en esta tierra bendita; fortalece las instituciones educativas, en particular la Bethlehem University".
Finalmente, Francisco encomendó a la Virgen "la suerte de la humanidad, para que se le abra al mundo un horizonte nuevo y prometedor de fraternidad, solidaridad y paz".