LIMA,
Un 24 de mayo de 1814, el Papa Pío VII instituyó la Fiesta de María Auxiliadora, una de las advocaciones marianas más conocidas en el mundo, que hoy celebra el bicentenario de su memoria litúrgica.
Esta fiesta fue difundida con especial devoción por San Juan Bosco, el santo fundador de la Familia Salesiana, quien siempre recordaba a los fieles en repetir varias veces al día, "María Auxiliadora, ruega por nosotros".
La Virgen es patrona de China y de Australia. En su catequesis de la Audiencia General del miércoles pasado, el Papa Francisco recordó la devoción que le tienen los católicos chinos a esta advocación e invitó a los fieles a rezar para que la Madre de Dios ayude a la Iglesia en este país a seguir creciendo en la fe y en el amor hacia sus conciudadanos.
Además, el Santo Padre encomendó su viaje a Tierra Santa que inicia hoy y que termina el lunes 26 de mayo, para que esté bajo la protección de la Madre Auxilio de los Cristianos.
El Sumo Pontífice Emérito Benedicto XVI, señaló en una oportunidad que esta devoción "nos enseña la valentía en afrontar los desafíos del mundo: materialismo, relativismo, laicismo, sin ceder jamás a componendas, dispuestos a sufrir personalmente, con tal de permanecer fieles al Señor y a su Iglesia".
San Juan Bosco sostenía que "los tiempos que corren son tan aciagos que tenemos necesidad de que la Virgen nos ayude a conservar y a defender la fe cristiana".