LOS ÁNGELES,
Vida Nueva, el diario en español de la Arquidiócesis de Los Ángeles en Estados Unidos, presenta la historia de un joven sacerdote nigeriano que sirve a la comunidad hispana en California y que asegura que vive su vocación "desde el vientre" de su madre.
El Padre Kelechi Alozie sirve actualmente en la parroquia de la Sagrada Familia de Wilmington, California, un lugar en el que vive una gran cantidad de hispanos, especialmente mexicanos.
"Desde el vientre de mi madre quise ser sacerdote", afirma con sencillez y sin la más mínima duda, y explica que su venida al mundo fue respuesta a las plegarias y lágrimas de su madre que pedía a Dios un hijo varón tras dar a luz a cinco mujeres.
"La cultura en Nigeria era un tanto machista en la que no se veía bien que una mujer fuera incapaz de dar a luz únicamente a mujeres y por eso pidió a Dios con insistencia a un hijo con la promesa de dedicarlo a su servicio", explica el sacerdote.
Dios la oyó y además del Padre Kelechi tuvo dos hijos varones más, de los cuales uno es sacerdote también y estudia un doctorado en la Pontificia Universidad Urbaniana en Roma.
Sus padres, Paul y Dorothy, lo han apoyado siempre, al igual que sus siete hermanos, entre ellos una monja que es profesora de inglés y directora de un colegio en Ananbra, Nigeria.