VATICANO,
En su Audiencia General de este miércoles, el Papa Francisco continuó su catequesis sobre los dones del Espíritu Santo, abordando en esta ocasión el don de ciencia, el cual, afirmó, ayuda a percibir la grandeza de Dios a través de la creación y enseña a custodiar este regalo para el beneficio de todos y no caer en algunas actitudes excesivas o equivocadas que lleven a su destrucción.
Ante los miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro, el Papa aclaró que este don no se limita al conocimiento humano de la naturaleza. "Cuando nuestros ojos son iluminados por el Espíritu Santo, se abren a la contemplación de Dios, en la belleza de la naturaleza y en la grandiosidad del cosmos, y nos llevan a descubrir cómo cada cosa nos habla de Él, cada cosa nos habla de su amor".
A continuación la catequesis completa gracias a la traducción de Radio Vaticana:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Hoy queremos resaltar otro don del Espíritu Santo, el don de ciencia. Cuando se habla de ciencia, el pensamiento va inmediatamente a la capacidad del hombre de conocer siempre mejor la realidad que lo circunda y de descubrir las leyes que regulan la naturaleza y el universo. Pero la ciencia que viene del Espíritu Santo no se limita al conocimiento humano: es un don especial que nos lleva a percibir, a través de la creación, la grandeza y el amor de Dios y su relación profunda con cada criatura.
Cuando nuestros ojos son iluminados por el Espíritu Santo, se abren a la contemplación de Dios, en la belleza de la naturaleza y en la grandiosidad del cosmos, y nos llevan a descubrir cómo cada cosa nos habla de Él, cada cosa nos habla de su amor. ¡Todo esto suscita en nosotros gran estupor y un profundo sentido de gratitud!