VATICANO,
El Papa Francisco inauguró ayer la 66° Asamblea Plenaria del Episcopado italiano y en su discurso exhortó a los prelados a proteger la familia, el derecho a la vida, promover el trabajo de los laicos y no dejar de buscar a Cristo en la oración y la Eucaristía, pues son los antídotos para no caer en las tentaciones de la tibieza, la laxidad, la dureza y otras que acompañan la vida de los pastores.
"Sin la oración asidua, el pastor está expuesto al peligro de avergonzarse del Evangelio y de acabar disolviendo el escándalo de la cruz en la sabiduría mundana", expresó el Papa en su discurso articulado en tres puntos: Pastores de una Iglesia que es; la comunidad del Resucitado, cuerpo del Resucitado; y anticipación y promesa del Reino.
Según informó la Santa Sede, el Papa advirtió en su discurso que hay una "legión" de "tentaciones de oscurecer el primado de Dios y de Cristo" y que van "desde la tibieza que desemboca en la mediocridad, que esquiva renuncias y sacrificios", pasando por la prisa pastoral, la acidia que lleva al desagrado como si todo fuera un peso, hasta el "acomodarse en la tristeza que, mientras apaga cualquier expectativa y creatividad, nos hace incapaces de entrar en las vivencias de nuestra gente y comprenderlas a la luz de la mañana de Pascua".
Para evitar estas tentaciones, los exhortó a no cansarse de buscar al Señor porque Él es "el principio y el fundamento que envuelve de misericordia nuestras debilidades y nos renueva" y es lo más precioso "que estamos llamados a ofrecer a nuestra gente, so pena de dejarla a merced de una sociedad de la indiferencia, cuando no de la desesperación".
"Si queremos seguirlo no hay otro camino. Recorriéndolo con Él, nos descubrimos pueblo, hasta reconocer con estupor y gratitud que todo es gracia, incluso las fatigas y las contradicciones del vivir humano si se viven con el corazón abierto al Señor".
Sin embargo, advirtió que también hay otras tentaciones que desfiguran al pastor, como son "la dureza del que juzga sin involucrarse y el laxismo de los que consienten sin hacerse cargo del otro... la ambición que genera corrientes, el sectarismo".