BOGOTÁ,
En medio del dolor generalizado que se vive en Colombia por la muerte de 33 niños en al incendiarse el autobús en el que viajaban, el Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), Mons. José Daniel Falla, expresó su solidaridad con los familiares de las víctimas y pidió que se tomen medidas para no exponer irresponsablemente la vida de los niños.
Los 33 niños fallecieron calcinados al incendiarse el bus en el que viajaban el 18 de mayo, regresando a la localidad de Fundación, en la región de Magdalena, de un culto cristiano pentecostal.
Según las autoridades, el reconocimiento de los cuerpos tomaría alrededor de cuatro días.
Mons. José Daniel Falla señaló que "estos dolorosos hechos nos llevan a reflexionar frente a cómo se está llevando adelante las medidas de seguridad, no sólo en temas de transporte, sino en otros campos donde se expone de un modo irresponsable la vida de los niños".
El Secretario General de la CEC recordó a quienes tienen la responsabilidad de transportar niños, que tienen la obligación de preservar la vida de las personas que les han sido encomendadas.
El Obispo Auxiliar de Barranquilla, Mons. Víctor Tamayo Betancourt, señaló por su parte que esta tragedia debe encender la voz de alarmas entre quienes transportan menores, al tiempo que pidió que se ejerzan controles de seguridad más efectivos.