ROMA,
Rashid Rehman, un abogado y activista de los derechos humanos, fue asesinado la noche del miércoles 7 de mayo en su estudio en la localidad de Multan.
Según lo informado a la agencia vaticana Fides, Rehman y su colega estaban sentados con un cliente, cuando unos hombres armados irrumpieron en la habitación, matándolo e hiriendo a los otros dos hombres.
Rehman era un musulmán conocido por su postura en contra de la ley sobre la blasfemia. En su vida profesional había defendido a numerosas víctimas inocentes y actualmente estaba representando a Junaid Hafeez, musulmán acusado de blasfemia, profesor de la Universidad Bahauddin Zakariya, en proceso de juicio. Rehman fue también coordinador de la "Human Rights Commission of Pakistan" (HRCP) en Multan y hace algunos meses había recibido amenazas.
Condenando el grave asesinato, en una nota enviada a la Fides, el abogado cristiano Sardar Mushtaq Gill, defensor de los derechos humanos y responsable de la Ong "LEAD" ("Legal Evangelical Association Development") dijo que "los abogados que representa a los acusados de blasfemia y luchan contra el abuso de la ley son a menudo amenazados de muerte por los extremistas. Muchos de ellos han tenido que salir del país".
Sin embargo, precisa, "las amenazas y los accidentes mortales no logran disuadir nuestro compromiso con la protección de los derechos humanos y de las minorías en Pakistán".
La Ley de Blasfemia agrupa varias normas contenidas en el Código Penal inspiradas directamente en la Shariah –ley religiosa musulmana– para sancionar cualquier ofensa de palabra u obra contra Alá, Mahoma o el Corán. La ofensa puede ser denunciada por un musulmán sin necesidad de testigos o pruebas adicionales y el castigo suponer el juicio inmediato y la posterior condena a prisión o muerte del acusado.