VATICANO,
Esta mañana se realizó el juramento de los nuevos reclutas de la Guardia Suiza, que como cada 6 de mayo, tiene lugar en el Patio de San Dámaso en el Vaticano.
Ante cardenales, obispos, miembros de la curia, representantes de las delegaciones diplomáticas ante la Santa Sede, del ejército suizo, familiares y amigos, los 30 nuevos reclutas han ido uno a uno prestando juramento sobre la bandera del Cuerpo y luciendo el tradicional uniforme.
''Se respira un aire de fiesta. El resonar de voces y música, los colores de los uniformes, de las banderas, y la presencia de tantos invitados demuestra que estamos viviendo un momento importante'', dijo el Arzobispo Giovanni Angelo Becciu, Substituto de la Secretaría de Estado, en su discurso representando al Santo Padre.
Mons. Becciu dijo luego que ''han pasado 508 años de la fundación de este meritorio Cuerpo de Guardia y el hecho de que Suiza no cese de enviar jóvenes deseosos de formar parte del servicio del Papa es motivo de ferviente agradecimiento a Dios''.
En el discurso, el Prelado ha animado a los nuevos reclutas a invocar con afecto y devoción a los dos nuevos santos, San Juan Pablo II y San Juan XXIII.
''Pídanles que los ayuden a cumplir vuestras obligaciones de la mejor manera''. Además ha recordado que ''estamos en el mes de mayo, mes de María, por lo que el inicio de vuestro servicio está bajo la especial protección de María Santísima''.