BUENOS AIRES,
Líderes pro-vida del país expresaron su "estupor y tristeza" tras conocerse que, a pesar de la oposición de los médicos del Hospital Mariano y Luciano de la Vega a practicarle un aborto a una niña de 13 años por el riesgo que significaba para su propia vida, el procedimiento le fue realizado en un centro médico privado de Buenos Aires (Argentina).
Las ONGs feministas que promovieron el aborto para la niña, víctima de una violación, informaron hoy que, tras la negativa del hospital público, recurrieron a uno privado, cuyo nombre evitaron revelar.
En declaraciones a ACI Prensa el 5 de mayo, la abogada y licenciada en Ciencias Políticas María Inés Franck, integrante del Observatorio Internacional de Políticas Públicas y Familia, señaló que "la noticia del aborto realizado a una joven en Argentina con un embarazo muy avanzado de al menos 23 semanas provoca estupor y tristeza. Siempre tenemos que tratar de hacer prevalecer la vida".
Franck aseguró que "se podría haber salvado la vida de la madre y de su hijo, que eventualmente podía ser dado en adopción si la madre no podía asumir la maternidad. Sin embargo, se eligió el camino de dar muerte al niño".
"En el caso, además, existieron reparos médicos sobre el riesgo para la salud de la niña-madre con un embarazo tan avanzado y el aborto significaba un riesgo para ambas vidas; sin embargo se eligió correr tal riesgo".
La líder pro-vida advirtió además que "no pocas dudas despierta el método utilizado para un aborto con un embarazo tan avanzado y nos preguntamos por el dolor sufrido por el bebé".