VATICANO,
En la Iglesia hay personas que siguen a Jesús por vanidad, sed de poder o de dinero; que el Señor nos de la gracia de seguirlo sólo por amor. Lo pidió el Papa Francisco en su homilía de la Misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa de Santa Marta.
Según señala Radio Vaticano, partiendo del Evangelio del día, en el que Jesús reprocha a la gente que lo busca sólo porque se había saciado después de la multiplicación de los panes y de los peces, el Papa invitó a preguntarse si seguimos al Señor por amor o para tener alguna ventaja.
"Porque nosotros –dijo– somos todos pecadores y siempre hay algo de interesado que debe ser purificado en el seguimiento de Jesús; y debemos trabajar interiormente para seguirlo por Él, por amor". "Jesús –afirmó Francisco– alude a tres actitudes que no son buenas para seguirlo a Él o para buscar a Dios. La primera es la vanidad". En particular, se refiere a aquellos notables, a aquellos "dirigentes" que dan la limosna o ayunan para hacerse ver.
"Estos dirigentes querían hacerse ver, a ellos les gustaba –para decir la palabra justa–, les gustaba pavonearse ¡y se comportaban como verdaderos pavos! Eran así. Y Jesús dice: 'No, no: esto no va. No va. La vanidad no hace bien'. Y algunas veces, nosotros hacemos cosas tratando de hacernos ver un poco, buscando la vanidad. La vanidad es peligrosa, porque nos hace caer inmediatamente en el orgullo, la soberbia, y después todo termina ahí. Y me pregunto: Yo, ¿cómo sigo a Jesús? ¿Las cosas buenas que yo hago, las hago a escondidas, o me gusta hacerme ver?".
"Y también pienso en nosotros, en nosotros los pastores", dijo el Papa, porque "un pastor que es vanidoso no hace bien al pueblo de Dios": puede ser un sacerdote, o un obispo, pero "no sigue a Jesús" si "le gusta la vanidad". "La otra cosa que Jesús reprocha a aquellos que lo siguen – añadió Francisco – es el poder".
"Algunos siguen a Jesús, pero un poco, no del todo conscientemente, un poco inconscientemente. Porque buscan el poder, ¿no? El caso más claro es Juan y Santiago, los hijos de Zebedeo, que pedían a Jesús la gracia de ser primer ministro y viceprimer ministro, cuando viniera el Reino. ¡Y en la Iglesia hay trepadores! Hay tantos que usan a la Iglesia para… ¡Pero si te gusta, vas al Norte y haces alpinismo: es más sano! ¡Pero no vengas a la Iglesia a trepar! Y Jesús reprocha a estos trepadores que buscan el poder".