MADRID,
Hace cuatro años, un 1 de mayo, la española Olalla Oliveros abandonó el mundo del modelaje, el cine y la televisión para seguir el camino de la vida religiosa en un convento de semi-clausura.
"El Señor no se equivoca. Él me hizo casting y no pude decir que no", dijo Olalla, en un testimonio dado a su comunidad y que se puede encontrar en YouTube.
Olalla del Sí de María es su nombre ahora, a los 36 años, tras haberle dado la espalda a una promisoria carrera en los medios de comunicación para ingresar a la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel, asociación católica con dos sedes en España.
Antes de ingresar a la asociación religiosa a la que ahora pertenece, Olalla protagonizó anuncios publicitarios para marcas muy conocidas, y tuvo roles secundarios en series populares, pero sentía que "me cogían para papeles muy frívolos, muy vanidosos, de chica frívola. Y yo me decía, ¿cuándo me darán un papel de monja?, porque sentía en mi interior que de monja lo haría muy bien".
"Al llegar a Vigo -su localidad natal- mis amigas me decían ´oye, que fui a tal tienda y te vi en un catálogo´; ´oye, que te vi en un anuncio´. Eso momentáneamente te llena. Ves admiración, te reconocen (...) Pero a solas con el Señor no te puedes esconder. Y no era feliz".
Su representante, Mirella Melero, confesó al diario español que se quedó sorprendida por el "plan B" por el que optó Olalla, pues incluso "tenía un trabajo confirmado" cuando tomó la decisión.