SANTIAGO,
San Juan Pablo II visitó del 1 al 6 de abril de 1987 por primera y única vez Chile. Su paso por el país dejó recuerdos eternos en los chilenos que participaron de los eventos o trabajaron para facilitar su estadía, en un tiempo convulsionado para la sociedad chilena.
Jorge Recabarren (67 años)
Jorge era uno de los coordinadores de la Guardia Papal durante la estadía del santo en el país. Trabajó especialmente en la población La Bandera, en Santiago. La convulsión política del país en esa época, provocó algunas manifestaciones cercanas al lugar donde se presentaría el Papa. A raíz de esto, recibió una pedrada en la cabeza, personal de salud lo envió a su casa, pero él no quiso y permaneció toda la madrugada en el lugar.
Al amanecer, un sacerdote dijo por radio que el Papa se había enterado que un miembro de la Guardia había sido herido y quería conocerlo. "Mientras caminaba al escenario escuché el grito de la gente: 'paz, paz, paz, el mundo pide paz.' Y veía las banderas agitarse, fue emocionante", explica.
Mientras esperaba en el escenario, junto a otras personas, para saludar al Papa, pensó en qué le diría. "Armé un discurso", recuerda Jorge. Pero al momento de estar frente a él, lo único que hizo fue tartamudear y no salió ninguna palabra.
"Tranquilo hijo, el Señor te ha perdonado", son las palabras que recuerda le dijo el santo, mientras le puso la mano en la cabeza. "No era la mano de un hombre, era la mano de Dios, a través de él, que estaba sobre mí", comenta Jorge.