MADRID,
El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, afirmó en su carta semanal titulada "Santos Juan XXIII y Juan Pablo II, rogad por nosotros", que "este año, el costado abierto de Cristo, de donde brota la misericordia, nos viene mostrado por la canonización de estos dos papas santos", a quienes la humanidad entera debe reconocer la gran aportación de sus pontificados.
Mons. Fernández recordó en su carta que es Dios el dueño de la historia, "Dios irrumpe en la historia con gratas sorpresas que llenan de esperanza el corazón del hombre". "Juan XXIII sacó a la Iglesia del peligro siempre acechante de estar preocupada por su autoconservación, de ser autorreferencial, abriéndola al mundo para el que la Iglesia siempre tiene la buena noticia del Evangelio y el mandato misionero de anunciarlo sin demora", aseguró en su carta.
En ese sentido, recordó cómo "conmovió a la humanidad entera desde el primer día de su pontificado en 1958", así como cuando convocó el Concilio Vaticano II "con esa osadía tan propia de los santos".
"Gracias a este Papa hemos tenido el acontecimiento más importante de la humanidad a lo largo del siglo XX y uno de los acontecimientos más importantes de toda la historia de la Iglesia", afirmó.
Sobre la figura de Juan Pablo II, el Obispo de Córdoba ha recordado que tras "la sorpresa de un pontificado anterior de 33 días, preparó otra sorpresa aún más grande: un papa polaco, venido de lejos para presidir la Iglesia de Roma".
"Con la actitud de Cristo siervo de todos, Juan Pablo II ha llegado a todos los continentes, a muchos países, a todo el mundo, para ser testigo de Cristo Redentor del hombre y ofrecerles a todos su misericordia", aseguró en su carta. "Es el papa de la misericordia, el papa de los jóvenes, el papa que había sufrido en sus carnes las dictaduras del siglo XX cuando su propia familia desapareció prematuramente, el papa que hizo caer el muro de Berlín después de sufrir un atentado del que le salvó milagrosamente la Virgen de Fátima", afirmó.