ROMA,
"Ese fue el día en que volví a nacer: el 1 de mayo de 2011", afirmó Floribeth Mora, la mujer costarricense a quien la intercesión de Juan Pablo II permitió curarse milagrosamente de un aneurisma para el cual la ciencia no tenía solución.
En declaraciones a ACI Prensa, Floribeth contó que "desde mi enfermedad llevaba una estampita de Juan Pablo II en mi mano, he creído en su intercesión, soy una mujer muy creyente" y que incluso sigue pidiendo "su intercesión en todo momento para que él me ayude".
La mujer y madre de familia recordó que su admiración por el papa polaco nació cuando éste visitó Costa Rica en 1983. "Era un hombre totalmente lleno de santidad. Eso me impactó de él. Tal vez por eso creció mi admiración y lo he seguido tanto y pedí su intercesión", expresó.
En ese sentido, indicó que al futuro santo le reza de una manera personal.
Durante la entrevista, Floribeth también manifestó su admiración por el Papa Francisco, "por su humildad y sencillez", y se animó a "pedirle que si en algún momento tiene a disposición viajar, que nos visite en Costa Rica que lo esperamos con los brazos abiertos".
"Estábamos seguros del milagro"