ROMA,
Si no hubiera habido un Juan XXIII, no habría existido un Juan Pablo II, señala un Cardenal que sirvió en el Vaticano durante los pontificados de ambos, concretamente desde el año 1959.
El Cardenal Paul Poupard, Presidente Emérito del Pontificio Consejo para la Cultura, afirmó que está "muy agradecido al Papa Francisco por unirse a estos dos Papas en un solo acto de canonización, porque si no hubiera habido un Juan XXIII, no habría existido un Juan Pablo II. Y yo puedo dar fe de ello".
Si bien ambos tienen una estrecha conexión, dijo hace unos días a CNA –agencia de noticias del grupo ACI– que los dos son muy diferentes: "estas diferencias son la belleza de la Iglesia Católica y el Señor prepara a cada santo en su particular manera".
"Los dos Papas están vinculados sobre todo por el hecho de que eran Papas, y Santos Papas, y esto está conectado con la profundidad de su ministerio, de una vida totalmente dedicada a su servicio sacerdotal", indica.
El Cardenal Poupard sirvió en la Secretaría de Estado del Vaticano desde 1959, el segundo año del pontificado de Juan XXIII. En 1980 Juan Pablo II lo nombró para un dicasterio del Vaticano para los no creyentes y en 1988 lo designó Presidente del Pontificio Consejo para la Cultura en donde laboró hasta el año 2007.
El Purpurado resaltó además la profunda espiritualidad de ambos Pontífices. Sobre Juan XXIII destacó que como lema episcopal escogió "Oboedientia et pax", que significa "Obediencia y paz".