ROMA,
El Papa ha pedido a los fieles ser "servidores unos a los otros" y posteriormente ha lavado los pies a una docena de enfermos, en una breve e improvisada homilía durante la misa 'in Coena Domini' de Jueves Santo, en la que también ha subrayado que Dios se ha hecho "siervo y servidor" y ha subrayado que esta es su principal "herencia".
En la misa celebrada en Fundación Don Carlo Gnochi- Centro Santa María della Providenza, Francisco ha pedido a los asistentes que se den "amor" y sean "servidores" porque es la "herencia de Jesús".
Ante los enfermos, el personal de la fundación, algunos voluntarios y familiares, el Pontífice ha explicado que "lavar los pies" es un gesto "histórico" que los esclavos hacían "porque las calles eran de arena en esa época y cuando se entraba en casa tenían que lavarse los pies".
Con palabras directas y sencillas, ha puesto de manifiesto que la Iglesia conmemora con este acto "la última cena de Jesús" cuando instituye la Eucaristía. A continuación, ha anunciado que se iba a disponer a lavar los pies a algunos de los enfermos y ha pedido a los asistentes que pensaran "cómo ayudar, cómo servir al otro". "Jesús hace un trabajo de esclavo", ha comentado para pedir después ser "servidores unos a los otros".
Las doce personas a quienes Francisco ha lavado los pies sufren lesiones ortopédicas, oncológicas y neurológicas, y tienen entre 16 y 86 años. Entre ellos, hay tres extranjeros y uno es de fe musulmana.
Antes de entrar en el edificio, el Papa ha recibido una calurosa bienvenida y ha saludado y bendecido una a una a todas las personas que le estaban esperando fuera del recinto.