VATICANO,
El Papa Francisco dirigió este lunes un discurso a los seminaristas del Pontificio Colegio Leoniano de Anagni, en el que exhortó a fortalecer la vocación con la oración, la Palabra de Dios y los sacramentos, pues "en la secuela ministerial de Jesús no hay lugar para la mediocridad" y por tanto, si no están dispuestos a seguir el camino de Cristo, los llamó a tener el valor de buscar otro camino para alcanzar la santidad.
"Ustedes, queridos seminaristas, ustedes no se están preparando para realizar una profesión, para convertirse en funcionarios de una empresa o de un organismo burocrático. Tenemos tantos, tantos sacerdotes a mitad del camino ... Es un dolor, que ellos no hayan logrado realizar el camino completo; tienen algo de los funcionarios, alguna dimensión burocrática y esto no hace bien a la Iglesia. Les pido, ¡estén atentos a no caer en eso! Ustedes se están convirtiendo en pastores a imagen de Jesús el Buen Pastor, para ser como Él y en persona de Él en medio de su rebaño, para apacentar a sus ovejas", expresó el Santo Padre.
Según informó Radio Vaticana, el Santo Padre los invitó a ofrecerse "con humildad, como arcilla para modelar, para que el alfarero, que es Dios, la trabaje con el agua y el fuego, con la Palabra y el Espíritu. Se trata de entrar en aquello que dice san Pablo: 'ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí'. Solamente así se puede ser diácono y presbítero en la Iglesia, solo así se puede apacentar al pueblo de Dios y guiarlo no por nuestros caminos, sino por el camino de Jesús, es más, sobre el camino que es Jesús".
El Pontífice indicó que si bien al inicio "no siempre existe una total rectitud de intenciones", "con el tiempo esto se resuelve con la conversión de cada día".
"¡Pensemos en los apóstoles! Piensen en Santiago y Juan, en que uno quería convertirse en primer ministro y el otro en ministro de economía, porque era más importante. Los apóstoles ... pensaban en otras cosas y el Señor con tanta paciencia ... ha hecho la corrección de la intención y al final era tanta su rectitud de intención que han dado la vida en la predicación y en el martirio", explicó.
Por ello, recordó la importancia de "meditar el Evangelio cada día, para transmitirlo con la vida y la predicación". Y además, "experimentar la misericordia de Dios en el sacramento de la Reconciliación, y esto no dejarlo jamás". El Papa los exhortó a confesarse siempre para así ser "ministros generosos y misericordiosos porque sentirán la misericordia de Dios sobre ustedes para convertirse en ministros generosos y misericordiosos".