MADRID,
El parlamento de Andalucía (España), aprobó este miércoles una ley que obliga a las escuelas a tratar a los escolares según el sexo que estos deseen, estableciendo en los documentos oficiales el nombre elegido por los alumnos sin importar si corresponden al género real.
Esta norma, conocida como "ley de transexualidad", fue aprobada pese a las 36.000 firmas presentadas en contra. El "proyecto de ley integral para la no discriminación por motivos de género y el reconocimiento de los derechos de las personas transexuales de Andalucía" fue aprobado por el PSOE, Izquierda Unida-Los Verdes y el Partido Popular.
Ignacio Arsuaga, presidente de Hazte Oír, declaró que "la ley andaluza de transexualidad es un despropósito liberticida y anticientífico. Trata de imponer a la sociedad que toda una comunidad escolar se tenga que plegar a las exigencias de un menor (o sus familiares) en función de un derecho especial debido a una supuesta transexualidad".
Alicia Rubio, de Profesionales por la Ética ha declarado a ACI Prensa que "las leyes de discriminación positiva siempre acaban discriminando negativamente a los demás. Porque dan beneficios a un colectivo con respecto a los otros, por eso no son beneficiosas nunca".
Rubio advirtió que ante la petición de cambio de sexo de un menor puede existir un problema de personalidad. "Quizás el niño piensa que así le prestarán más atención. Los niños con el tiempo cambian mucho de opinión. Quizás pueden decir que es una niña porque le gustan las cosas que hace su hermana o porque a su hermana le hacen más caso que a él. Las razones pueden ser variadísimas", señaló.
Recordó que los niños "sin duda no tienen la personalidad formada, por eso no se les puede hacer caso con todo. Lo que no significa que no se cuide al niño, se le trate de hacer lo más feliz posible. Pero hay que tener cuidado con determinadas cosas".