BUENOS AIRES,
"Hay muchos signos de muerte en Buenos Aires, en la Argentina. Y todos los días nos despertamos asombrados de cómo nos tratamos los argentinos, sobre todo la violencia con que nos tratamos", advirtió el Arzobispo de Buenos Aires y Primado de Argentina, Cardenal Mario Aurelio Poli.
Al presidir el sábado 5 de abril la misa en la catedral metropolitana por el 83º aniversario de la Acción Católica Argentina, el Purpurado sostuvo que falta el Evangelio de la vida. Tras indicar que "los cristianos no debemos agregar ni una gota de violencia", sostuvo que hay que darle la vida de Dios a este mundo, esta es la misión.
"Eso es lo que le propongo a la Acción Católica y hacerlo con mucha alegría", aseveró.
Ante un templo porteño colmado por miembros de la institución, provenientes de la región metropolitana de Buenos Aires, el Cardenal Poli manifestó que venía "con mucha alegría ante el nuevo rostro de la Acción Católica que cumple tantos años, con vigoroso impulso para la misión" e insistió en la necesidad de la construcción de la cultura de la vida, a partir del pasaje evangélico de la resurrección de Lázaro.
Al término de la misa, los presentes renovaron las promesas y fidelidad a la Virgen de Luján, propuesta por el asesor nacional, Mons. Eduardo García, Obispo auxiliar de Buenos Aires, quien concelebró la Eucaristía junto a otros asesores nacionales y diocesanos.
En el cierre del encuentro, el presidente de la ACA, ingeniero Emilio Inzaurraga, agradeció al Cardenal Poli su presencia y le obsequió una matera como un signo de amistad, como acostumbran en la Acción Católica y en los scouts. El Cardenal es scout pero dijo que también se oficializó como aspirante de la Acción Católica, tal como aclaró sonriente al comienzo de su exposición.