MADRID,
El misionero jesuita José de Anchieta, incluido por el Papa Francisco en el libro de los santos este jueves 3 de abril, nació en la localidad tinerfeña de San Cristobal de la Laguna (España) en 1534 y es considerado el "Apóstol de Brasil". El superior de los jesuitas en las Islas Canarias, el P. Juan Luis Veza, explica a ACI Prensa como se ha vivido la noticia en la región de donde es originario el santo y algunos detalles poco conocidos de este ejemplar y heroico sacerdote que evangelizó a los indígenas brasieños, llegando incluso a ser su prisionero.
"En Tenerife si existe una gran devoción a José de Anchieta", explica. "En los años 60 Brasil regaló una escultura de este nuevo santo a Tenerife. En esa época yo estudiaba allí y pude ver en primera persona este regalo desde Brasil. Una escultura de cinco metros que quería homenajear a la ciudad que vio nacer a Anchieta", recuerda.
"Es una escultura moderna. Es una figura humana con unos pies grandes, unas manos grandes y un cayado. Está caminando, en alusión al recorrido que hizo en varias ocasiones por toda la costa de Brasil de Norte a Sur y unas manos que bendicen".
"En Brasil tiene una gran fama. Allí lo consideran casi un héroe porque fue el fundador de la ciudad de Sao Paulo, por eso los brasileños le tienen como personaje nacional y le guardan una estima y una veneración enormes", precisa.
José de Anchieta nació en el siglo XVI en La Laguna, de familia vasca y emparentada con San Ignacio de Loyola. Con 14 años va a estudiar Artes en la Universidad de Coimbra, una de las mejores en ese momento y se convierte en un profundo conocedor del latín. Allí conoce la Compañía de Jesús y pide el ingreso.
Según cuenta el P. Juan Veza "con 19 años es enviado a Brasil, una de las misiones más fuertes en la época. Él se interesa no solo por las costumbres de los indígenas tupi, que chocaban mucho con la mentalidad de occidente porque eran antropófagos y se emborrachaban con frecuencia, sino que también aprende su lengua".