ROMA,
Vahid Hakkani, un cristiano converso del Islam, en prisión desde hace casi un año debido a que "frecuentaba una iglesia doméstica", ha comenzado una huelga de hambre, a pesar de su mal estado de salud, para protestar contra el rechazo de su solicitud de libertad bajo fianza.
Hakkani, natural de la ciudad de Shiraz, fue detenido en junio de 2013 junto con otros tres hombres, todos ellos condenados por el Tribunal de la Revolución. La sanción impuesta a los cuatro hombres es de tres años y ocho meses de prisión "por haber asistido a reuniones en una iglesia doméstica, contactando ministros cristianos extranjeros, atentando así contra la seguridad nacional".
Hakkani ha comenzado la huelga de hambre el 20 de marzo, a pesar de que sufre de un trastorno intestinal bastante grave y ya ha sido sometido a una intervención quirúrgica. Como refiere una nota enviada a la agencia vaticana Fides por "Mohabat News", su salud se está deteriorando día a día y existe la posibilidad de que las autoridades de la prisión le transfieran en régimen de aislamiento porque se niega a poner fin a la huelga de hambre.
Fides señala que, con la elección de Hassan Rouhani como presidente de Irán, nacieron nuevas esperanzas de mejora de la libertad religiosa para las confesiones no islámicas en el país.
Ahmed Shaheed, Observador Especial del "Consejo de la ONU para los Derechos Humanos", ha publicado este 22 de marzo, un informe que describe la situación que todavía viven las minorías religiosas en el país. Según el informe, a la fecha del 3 de enero de 2014, al menos 307 miembros de las minorías religiosas estaban encarcelados en Irán por razones de culto.
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