Al presidir la Misa celebrada hoy en memoria de los más de 6 mil inmigrantes muertos en el desierto de Arizona (Estados Unidos) desde 1998, en su intento de ingresar al país, el Arzobispo de Boston (Estados Unidos), Cardenal Seán O'Malley, alentó a encontrar en el forastero sufriente a nuestro prójimo, pues "nuestro Dios ama a los inmigrantes".
Al informar recientemente sobre la visita que realizarían del 30 de marzo al 1 de abril a la frontera entre México y Estados Unidos, y recordando la visita del Papa Francisco a Lampedusa, al sur de Italia, el Obispo de Seattle y presidente del Comité sobre Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, Mons. Eusebio Elizondo aseguró que "la frontera Estados Unidos-México es nuestra Lampedusa, los inmigrantes en este hemisferio tratan de alcanzarla, pero a menudo mueren en el intento".
El Cardenal Seán O'Malley recordó hoy en su homilía "las penurias y humillaciones de tantos inmigrantes que vienen a los Estados (Unidos), huyendo de la pobreza y la opresión, buscando una mejor vida para sus hijos".
El Cardenal O'Malley recordó que "por 20 años trabajé en Washington D.C. (Estados Unidos), con inmigrantes de El Salvador, Guatemala, Nicaragua y de toda América Latina. La vasta mayoría no tenía la ventaja de un estatus legal. Muchos vinieron a los Estados (Unidos) en gran parte huyendo de la violencia de guerras civiles en América Central".
"Tristemente, muchos inmigrantes pasaron años sin la oportunidad de ver a sus seres amados. Muchas áreas rurales están pobladas por abuelos haciéndose cargo de sus pequeños nietos, porque los padres están en los Estados Unidos trabajando para enviar dinero a sus hogares".
El Arzobispo de Boston indicó que si bien "muchos de los sacerdotes y Obispos conmigo han tenido mucha más experiencia de la frontera", en su caso, él enterró "a uno de mis feligreses en el desierto cerca de Ciudad Juárez (México), que fue asesinado ahí".