MADRID,
Marie Collins fue nombrada recientemente miembro de la Comisión para la Tutela de los Menores instituida por el Papa Francisco para luchar contra la pederastia y la pedofilia dentro de la Iglesia. La mujer de 67 años, que a los trece sufrió abusos sexuales y psicológicos por parte de un capellán del hospital, señaló que los cambios que permitieron la lucha dentro de la Iglesia contra los abusos, comenzaron durante el Pontificado de Benedicto XVI.
En declaraciones a ACI Prensa, Collins relató que su nombramiento lo recibió con sorpresa, "no me lo esperaba. Me llamó un oficial del Vaticano de parte del Papa Francisco, preguntándome si quería formar parte de esta comisión. En seguida acepté".
Ella es uno de los ocho miembros de esta comisión. Al frente está el Cardenal Sean O'Malley, Arzobispo de Boston, además de Catherine Bonnet; Sheila Hollins; el abogado italiano Claudio Papale; la ex-embajadora polaca ante la Santa Sede Hanna Suchocka; y dos sacerdotes jesuitas de la Pontificia Universidad Gregoriana: el argentino Humberto Miguel Yáñez, director del Departamento de Teología moral y el alemán Hans Zollner, presidente del Instituto de Psicología.
Collins destaca que una de los principales cambios ha sido en el tono y la actitud hacia las víctimas. "El Papa Francisco tiene un tono muy amable a la hora de tratar estos temas", afirma y destaca que "todavía hay mucho por hacer, sin duda. Se ha iniciado el trabajo, y lo más importante es el cambio de actitud porque la Iglesia ha pasado por muchos años en los que no ponían atención a este tema".
Un cambio que según afirma "comenzaron durante el pontificado de Benedicto XVI con Mons. Charles Scicluna el promotor de justicia. Él tenía muy claro qué hacía falta cambiar, y que los sacerdotes abusadores debían rendir cuentas a la justicia".
Marie Collins también destaca que Benedicto XVI y de Francisco pidieron perdón por los abusos sexuales cometidos por sacerdotes. "Pero mi esperanza es que esta comisión traiga cambios reales y concretos. Que haya una mayor transparencia, que se escuche a los supervivientes. El hecho de haberlos incluido en la comisión es un gran paso adelante, así como también que haya mujeres", afirma. Y precisa: "El Papa Francisco tiene una manera muy diferente de trabajar y una manera muy buena. Él quiere ver cambios".