VALENCIA,
El Cardenal canadiense Marc Ouellet, Prefecto de la Congregación para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, ha advertido este jueves del "grave deterioro" que padecen desde hace décadas el matrimonio y la familia por "una legislación contraria a los valores tradicionales de la institución familiar, promovida por grupos de presión aprovechando la mentalidad relativista predominante".
El Cardenal Ouellet ha pronunciado la lección magistral del acto de apertura del Año Judicial Eclesiástico de Valencia (España), que ha presidido el Arzobispo de Valencia, Mons. Carlos Osoro. Asimismo, han asistido autoridades institucionales, judiciales, académicas y eclesiásticas, entre otras.
El Prefecto ha subrayado que la Iglesia "no ha dejado de seguir con preocupación creciente una evolución de costumbres y modos de vida que se alejan de la vivencia transmitida por la revelación bíblica y la tradición cristiana". En esta línea, ha resaltado la importancia de que los "pastores" de la Iglesia realicen "una reflexión e iniciativas innovadoras".
Para el Purpurado, "tradición no significa inmovilismo", sino "progreso y cambio" y, al respecto, ha abogado por "una pastoral renovada del matrimonio y la familia. Así, considera que se debe "repensar toda la pastoral de la Iglesia a partir de la familia".
El Cardenal, que se ha referido a la familia como "Iglesia doméstica", ha destacado que "las parejas que han permanecido fieles a pesar de todos los vientos contrarios deben curar a las personas heridas por los fracasos en el amor y ayudar a las familias en situación irregular que ahora sí aspiran a una vida de gracia auténtica".
Entre estas personas, ha citado a los divorciados vueltos a casar que "son todavía numerosos, pero van disminuyendo debido a los acontecimientos actuales que afectan al matrimonio como un valor social y a la pérdida del significado mismo del matrimonio como la unión de un hombre y una mujer".