ROMA,
La pequeña Jersey Vargas, de 10 años de edad, viajó desde Estados Unidos hasta el Vaticano para reunirse con el Papa Francisco y pedirle que interceda ante el presidente Barack Obama para que no deporten a su padre indocumentado, a quien no ve desde hace más de dos años.
"Cuando conocí al Papa me alegré mucho, porque él me bendijo y me dijo que va a hablar con nuestro Presidente Obama en Estados Unidos", explicó la pequeña Jersey en declaraciones a ACI Prensa pocos minutos después de su encuentro con el Pontífice.
Jersey llegó al Vaticano el 27 de marzo por la mañana para participar en la Audiencia General que cada miércoles celebra el Santo Padre en la Plaza de San Pedro. Allí se hizo vocera de un grupo de 17 organizaciones en defensa del inmigrante en Estados Unidos que solicitan al presidente Obama que frene las deportaciones que separa cada año a cientos de familias latinoamericanas.
El llamado ocurrió un día antes de la visita del presidente Obama, quien se reunió con el Pontífice en el Palacio Apostólico del Vaticano esta mañana.
"Necesitaba conocer al Papa Francisco para explicarle mi situación y la de mi papá. Él ahora está en otro estado en los Estados Unidos, está en orden de portación y tengo mucho miedo de que lo puedan deportar", afirma Jersey.
La niña explica que si pudiera conocer el presidente Obama "le diría que por favor escuche al Papa Francisco, porque ahora tiene una noticia muy importante que darle. Mi papá y otros miles de niños y sus familias están en sus manos, tienes que ayudarnos. Es injusto que él pueda estar con sus hijas mientras nosotros tenemos que separarnos de nuestros padres".