CARACAS,
El Arzobispo de Mérida (Venezuela), Mons. Baltazar Porras, expresó su preocupación por la situación que vive el país desde hace mes y medio y que ha llevado a una violencia a la que urge ponerle fin; sin embargo, advirtió que la protesta es "producto de la angustia y desesperación que se genera por años del deterioro en la calidad de vida sin que se observe una respuesta efectiva para frenarlo".
"Este clima de zozobra, anarquía, destrucción y muerte, nos hace despreciar el tesoro mayor que tenemos: la vida y la tranquilidad a la que todos tenemos derecho para dedicarnos a la construcción del bien común", señaló este miércoles durante una rueda de prensa en la que también participaron el alcalde del municipio Libertador, Carlos García; y el rector de la Universidad de Los Andes, Mario Bonucci.
Por su parte, Bonucci también condenó "la violencia de los grupos armados que agreden a manifestantes indefensos". Dijo que ante esta situación, "la Iglesia puede hacer un trabajo muy importante como mediador entre las partes en conflicto".
En ese sentido, Mons. Porras señaló que en la Iglesia están "abiertos a toda propuesta sincera, clara, en un ambiente de reconocimiento y respeto mutuo que contribuya al encuentro fraterno de todos, más allá de las diferencias, porque son muchas más las coincidencias, para que la paz y el consenso nos haga vivir mejor, con esperanzas y sueños posibles".
Ayer miércoles una misión de cancilleres de la Unasur terminó de reunirse con diversos sectores de la sociedad venezolana para hallar soluciones a la violencia que enfrenta el país. Posteriormente le presentaron al Gobierno. Por su parte, el régimen anunció la creación de un Consejo Nacional de Derechos Humanos que dependerá directamente de Nicolás Maduro.
Esto se desarrollaba mientras durante el día y la noche continuaban los enfrentamientos en el este de Caracas entre opositores y la Guardia Nacional Bolivariana que lanzó bombas lacrimógenas en zonas como Santa Fe, Altamira y Chacao. Además hubo protestas en Puerto Ordaz, Barquisimeto y Mérida.