IQUITOS,
En la ciudad selvática de Iquitos, capital de Loreto, el departamento más grande del Perú, cientos de personas a pesar de la intensa lluvia, salieron el sábado 22 de marzo a las calles a decir Si a la vida desde la concepción hasta la muerte natural. La marcha llevó como lema: "Madre, ayúdame a cuidar la vida".
El Arzobispo de la ciudad, Mons. Miguel Olaortua Laspra, señaló que en la 103 Asamblea de la Conferencia Episcopal del país de este año, los Obispos "decidimos colegialmente, con ocasión de la Jornada de la Vida que cada año se celebra en el mes de marzo, potenciar las marchas en favor de la Vida en las distintas diócesis e iglesias particulares para sensibilizar y concientizar a la población en general sobre la gravedad y la responsabilidad moral de atentar contra la vida del ser humano y, más aún, cuando de un ser inocente e indefenso se trata".
El Prelado destacó que "la Iglesia Católica, siguiendo el mandato de Jesús y los criterios evangélicos, se manifiesta claramente a favor de la vida humana desde su concepción hasta la muerte natural y, por consiguiente, rechaza categóricamente cualquier ataque contra la vida misma. El "No matarás" es un mandato moral que no podemos eludir"
Dijo que "es muy importante nuestro testimonio cristiano ante la sociedad en esta materia que está siendo discutida en Gobiernos y organismos oficiales en todo el mundo, incluyendo nuestro país. Los cristianos no podemos admitir el aborto, ni permanecer impasibles ante leyes que lo amparan".
A la marcha asistieron distintos grupos parroquiales, escolares, comisiones y movimientos eclesiales a quienes el Prelado pidió tener presente que "la Caridad cristiana debe llevarnos a abandonar todo egoísmo e indiferencia y, sin mediar condiciones o excusas, salir al encuentro de ese hermano que está junto a mí, pequeño, indefenso, vulnerable, que en los tiempos actuales lleva el rostro de una mujer y el bebé en su vientre, que sufren el atropello de sus derechos, abusos, abandono, discriminación e indiferencia de parte de quienes los rodean".
Les recordó además que el uso de la píldora del día siguiente "es siempre inmoral también en caso de violación. Si como fruto de la violación ya se ha producido la fecundación del óvulo, entonces nos encontramos ante un nuevo ser humano y a este respecto es clara la doctrina de la Iglesia".