LA HABANA,
Ángel Carromero, el joven español del Partido Popular, reiteró en su libro "Muerte bajo sospecha. Toda la verdad sobre el caso Ángel Carromero", que la muerte del fundador del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), Oswaldo Payá, era el objetivo del Gobierno cubano aquel 22 de julio de 2012 cuando –indicó- un vehículo con placa oficial los sacó de la carretera, generando también el fallecimiento del activista Harold Cepero.
"Cuento en el libro lo que ocurrió durante cinco meses. Por qué decidí ir a Cuba. Fui a Cuba a ayudar a la disidencia. Qué ha pasado en los días que estuve allí. Cómo viví mi encierro. Más que un encierro, un secuestro. Cómo viví un 'juicio-farsa' y cómo conseguí volver a España. Es una historia para hacer justicia a lo que realmente pasó allí, que fue la desaparición de la persona más importante de la disidencia cubana, y nace para honrar la memoria de Oswaldo Payá y esclarecer de una vez por todas qué es lo que realmente ocurrió allí", expresó al programa español Espejo Público.
Carromero, quien actualmente se encuentra en un régimen de semilibertad, pues es monitoreado a través de una pulsera telemática, dijo que ha repasado muchas veces en su mente lo que ocurrió el 22 de julio de 2012 en la carretera Las Tunas-Bayamo (Cuba). "La verdad es que fue como cuento en el libro, fue dramático, yo tenía 26 años, iba a Cuba a ayudar y me vi envuelto en una operación en la que el objetivo era hacer que desaparecieran líderes de la oposición", afirmó.
En ese sentido, recordó que todo el tiempo que permaneció encarcelado en Cuba no tuvo contacto con nadie de la familia Payá. Por ello, destacó que su relato coincida con lo que todo este tiempo ha denunciado la familia y miembros del MCL, de que el auto donde viajaban los disidentes fue sacado de la carretera por un vehículo con placa del Gobierno.
"La versión que yo doy, que es la real, es la que ha estado defendiendo la familia de Oswaldo desde el primer momento. Cómo puede ser que coincida lo que yo cuento con lo que cuenta la familia de Oswaldo cuando no hemos podido tener contacto en seis meses. Yo no he podido tener contacto con nadie, porque he sido vigilado durante 24 horas", afirmó. Indicó que incluso, cuando el cónsul español iba a visitarlo, "siempre había un teniente coronel delante".
"Hay testigos del hospital donde me llevan que dicen (a la familia Payá) 'oigan, que estaban hablando constantemente de dos coches. Es que vimos cómo a Ángel le pegaban'", añadió.