VATICANO,
El Papa Francisco ha recibido esta mañana a los obispos de la Conferencia Episcopal de Timor Oriental en visita ad limina y entregó el texto del discurso a ellos destinado. En él, el Santo Padre alienta a participar de la "Revolución de la ternura".
"La Iglesia pide en la sociedad sólo una cosa -se lee en el texto-: la libertad de anunciar el Evangelio de una manera íntegra, incluso cuando va contra corriente de los valores actuales".
"Ustedes, queridos hermanos, no tengan miedo de hacer esta contribución a la Iglesia para el bien de toda la sociedad... Pero si no existe la piedad, hoy en día hay pocas posibilidades de entrar en un mundo de 'heridos' que necesitan comprensión, perdón, y amor. Por esto no me canso de llamar a toda la Iglesia a la 'Revolución de la Ternura'".
El Santo Padre les anima "sin disminuir el valor del ideal evangélico a controlar, con misericordia y paciencia, el potencial de crecimiento de los pasos, que se realizan día a día... y prestar atención a este desafío con una sólida formación de los sacerdotes, religiosos y fieles laicos".
A esto el Papa añade que no se pretende sólo una evangelización especializada ya que hay que hacer de cada cristiano un protagonista porque "si una persona experimenta verdaderamente el amor de Dios que salva, no tardará mucho tiempo en salir a proclamarlo, no esperará a que le den grandes lecciones o instrucciones. Cada cristiano es un misionero en la medida en la que encuentra el amor de Dios en Jesucristo... en todos los bautizados -añade- es el Espíritu el que lleva a evangelizar".
El Pontífice habla del triple lugar que el obispo debe desempeñar con sus fieles: al frente, para mostrar el camino a su pueblo, en el centro para mantenerlo unido y neutralizar estampidas, y detrás, para que nadie llegue tarde o se extravíe".