LIMA,
La Iglesia Católica recuerda hoy a San Luigi Orione, a quien el Papa Pío XII llamaría el gran apóstol de la caridad, padre de los pobres. San Luigi conoció a San Juan Bosco quien lo inspiró a ocuparse de la juventud.
Luego de ser ordenado sacerdote se dedicó a la predicar, visitar a los pobres y a los enfermos, así como la lucha en contra de la masonería y la difundir la buena prensa.
El Santo cuyo cuerpo está incorrupto, fundó Pequeña Obra de la Divina Providencia y de la Congregación de las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad.
San Luigi proclamaba que "sólo la caridad salvará al mundo", su obra tiene ahora hogares para discapacitados, centros para niños en riesgo y abandonados, escuelas, parroquias, capillas y diferentes misiones por varios países en el mundo.
El Santo italiano, llegó en 1934 a Argentina es por eso que en 1984 llega la reliquia de su corazón a la Argentina, para recorrer todas las comunidades.
Su entrega total a Dios y a los hombres la llevó hasta el último momento de su vida. Cuando supo que Dios lo llamaba, también allí respondió con prontitud: "Jesús, Jesús, Jesús, voy", fueron sus últimas palabras, aquel 12 de marzo de 1940, en San Remo (Italia).